Dicen que puedes juzgar un bar por su whisky. Poco es decir que mi trago mas que a whisky sabía a vinagre o algo entre la sal y lo “agarroso”. De cualquier manera lo importante es que carajos hacía en ese bar jodido. Pues verán, dice un amigo hippie -de esos que no se bañan- que las cosas pasan por algo y que ya estaban planeadas. Yo no creo en esas pendejadas la verdad y me preocupa mas que un día por fin se bañe. -pero, ese no es el punto plebes- El caso es que yo estaba ahí cuando todo comenzó.
En la televisión análoga del bar -Por que pues, estaba bien jodido- comenzaron a llegar reportes extraños. Decían que una epidemia y que nos íbamos a morir todos. Yo le di un trago a mi vaso eh hice una mueca mientras el bar tender decía “Pues ya nos cargo. Ni pedo.”
Queriendo hacer conversación le dije al de la barra: Trae la botella ¿No?
Para cuando la traía ya me estaba dando risa. Era una botella fea, de esas que con verla sabes que te espera. La etiqueta estaba arrancada, simplemente decía Q. Julia 12 años en un trozo así como de cinta rayado con plumón.
Pero yo necesitaba alcohol, esperaba una llamada y era en todo lo que podía pensar. Yo no debía estar en ese bar, ni debía estar bebiendo ese whisky que sabía a sal. Mi esposa estaba en un hospital teniendo a nuestro hijo y yo bien gracias a 1800 kilómetros en un bar jodido.
No es que tuviera opción, cerraron el aeropuerto por un pendejo que según él su bomba pasaría el detector de metales. Gracias a ese idiota estaba pasando la peor noche del mundo.
Habían pasado ya 4 horas y en la tele estaba un programa de esos de baile que dan pena ajena cuando la llamada llegó.
Solo respondí “aja, aja, aja!” mientras sonreía y así de repente solté la carcajada.
¿Que paso señor? me pregunto el de la barra como si le importara.
Yo respondí riendo: Ya nació mi hija!
Se llama Julia...
Como tu pinche whisky.
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Tome palabras aleatorias con el unico afan de volver a escribir.
Las palabras que use:
-vinegar
-metal detector
-epidemic
-joy
-whisky
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